El frijol es un producto indispensable en la alimentación de los costarricenses y si bien los orígenes de su producción estuvieron básicamente vinculados con el autoconsumo, desde hace décadas se convirtió en la principal fuente de ingresos de miles de agricultores.
La producción de frijol no es nada fácil, debido a las rigurosas prácticas agrícolas que la actividad impone y a los imprevisibles cambios meteorológicos, que un día pueden dar al traste con la cosecha por causa de la sequía y otro por el exceso de lluvia.
A los fenómenos naturales, que no excluyen una constante lucha contra las plagas, se suman otras situaciones difíciles, como los altos costos de producción y la importación de productos con precios que abaratan y discriminan nuestra producción local.
Son productos importados de países donde los productores (subvencionados) tienen a su favor grandes terrenos agrícolas mecanizados o de países donde los trabajadores muchas veces viven en críticas situaciones de pobreza.
Para hacer frente a un modelo de producción y comercialización tan asimétrico e injusto, en Costa Rica hemos apostado por la calidad, tanto del alimento que llega a los consumidores, como del proceso de comercialización.
En esa vía, hemos contado con el respaldo de instituciones estatales como el Ministerio de Agricultura y Ganadería y el Consejo Nacional de Producción, organizaciones como la Estación Experimental Agrícola Fabio Baudrit (de la UCR) y diversas empresas comercializadoras amigas.
Uno de los aportes más significativos, para alcanzar la competitividad, es la provisión de semilla de alta calidad, obtenida mediante un proceso de mejoramiento genético.
La semilla mejorada nos permite obtener un frijol de alta pureza genética y física y de alta calidad fisiológica y fitosanitaria, a un mejor precio. Producimos mejor calidad y obtenemos mejores cosechas.
Luego, en una organización como la Asociación de Productores de Veracruz, nos ocupamos de seleccionar los granos de calidad y empacarlos, en ambientes controlados, que nos permiten presentar nuestro producto con la certificación de marca país Esencial Costa Rica.
Al cabo de muchos años de lucha por conseguir un espacio en el mercado del frijol, hoy somos productores y distribuidores autorizados para suplir el Programa de Abastecimiento Institucional (PAI) por medio del Consejo Nacional de Producción.
También contamos con el respaldo de seis cooperativas costarricenses, diez organizaciones y empresas comerciales, y las ferias del agricultor, donde usted puede adquirir frijoles de la más alta calidad y sentir la satisfacción de comprar un producto 100% costarricense.
Para mas información de nuestro asociado puede ingresar al siguiente link: